La tala se redujo de casi 20 hectáreas en el periodo 2014-2015 a casi 12 hectáreas en 2015-2016, dijo el organismo ecologista, al presentar el informe junto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y una empresa privada patrocinadora del proyecto.
El monitoreo de toda la zona núcleo de la llamada Reserva Monarca muestra que durante 2015-2016 se degradaron poco más de 72 hectáreas de bosques, pero solo 12 fueron por tala clandestina.
Otras formas de degradación de esa zona fueron 54 hectáreas, un 75 por ciento, por la caída de árboles a causa de los fuertes vientos y tormentas y más de 6 hectáreas por sequía.
La reserva protege 56.259 hectáreas y su zona núcleo de 13.551 hectáreas que incluye los bosques donde en invierno se establecen las colonias de hibernación de esta mariposa en México.
La alianza de organismos civiles, académicos y privados junto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, apoya además la vigilancia ambiental participativa fortaleciendo a 12 brigadas comunitarias para la protección de 37.500 hectáreas de bosques y el equipamiento con aparatos de radiocomunicación y uniformes a 750 ejidatarios y comuneros.
Buenas nuevas para la monarca
Una investigación del zoólogo canadiense Fred Urquhart y su esposa Nora que se inició en 1937, culminó en 1975 con uno de los descubrimientos más asombrosos del siglo XX, el santuario de las Monarca en México.
La espléndida y atractiva mariposa adoptada como símbolo nacional de la fauna mexicana, hace un titánico y asombroso viaje de hasta 4.200 kilómetros en colonias de millones de ejemplares, huyendo del crudo invierno para su reproducción e hibernación.
"La disminución de la tala clandestina es una señal positiva y debe motivar a las autoridades federales, estatales y a las comunidades locales a proteger estos bosques, que son fundamentales para la recuperación del fenómeno migratorio de la mariposa monarca en América del Norte", dijo en la presentación Omar Vidal, director general en México del WWF, que participa en el proyecto con apoyo de la telefónica Telmex-Telcel.
Las principales amenazas para la mariposa monarca en América del Norte son la reducción del hábitat reproductivo en los Estados Unidos.
La causa de esas amenazas al hábitat del pequeño maravillosos insecto volador de alas de color naranja intenso y negro, está en "la destrucción del algodoncillo por el uso de herbicidas y el cambio de uso del suelo, la deforestación y degradación forestal por tala ilegal en los sitios de hibernación en México y las condiciones climatológicas extremas en Canadá, EEUU y México" dijeron los científicos.
Los fuertes vientos y tormentas en marzo de 2016 fueron el factor principal de degradación de los bosques en Michoacán y el Estado de México en el centro de México en donde hiberna esta mariposa.
"Los bosques proporcionan el microclima que las monarca requieren para pasar el invierno, por lo que se debe erradicar la tala ilegal y restaurar por medio de la reforestación todas las zonas afectadas", explicó Vidal.
Con estas medidas de protección ecológica "no solo se apoya a las monarca a resistir mejor los eventos climatológicos extremos, sino también a las comunidades locales con alternativas económicas sustentables".
El monitoreo del bosque se lleva a cabo comparando imágenes de satélite y fotografías, y los resultados son validados en el campo por personal del las cuatro instituciones, acompañados por los representantes de ejidos y comunidades, dijo Víctor Sánchez Cordero, Director del Instituto de Biología de la UNAM.
Este monitoreo es la base para asignar los incentivos económicos del Fondo Monarca, una estrategia establecida por WWF y el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, junto con las autoridades mexicanas.
Desde 2003 esas instituciones apoyan la protección de estos bosques a través de una alianza de conservación con WWF, mediante el cual he sido reforestadas casi 11.000 hectáreas con 12 millones de árboles de especies nativas producidas en 12 viveros comunitario", dijo a su turno Marcela Velasco, representante de la empresa telefónica
La monarca viaja cada año desde Canadá y Estados Unidos para llegar en noviembre a los bosques templados del Estado de México y Michoacán e hibernar durante cinco meses.
