Lilesa ganó la medalla de plata este domingo en la maratón de los Juegos Olímpico de Río de Janeiro y cruzó la meta haciendo un gesto como si tuviera los brazos esposados, en señal de protesta contra la persecución que el Gobierno etíope viene realizando contra la etnia oromo.
"El Gobierno está matando a mi pueblo, así que apoyo las protestas de cualquier área porque oromo es mi tribu. Mis parientes están en la cárcel y los matarán si hablan sobre sus derechos democráticos", criticó en la rueda de prensa posterior a la maratón.
El Comité Olímpico Internacional (COI), que prohíbe expresiones políticas en las competiciones deportivas, también podría sancionarlo de alguna manera, aunque por el momento no se pronunció.
La campaña de 'crowdfunding' (financiación colectiva) en apoyo al deportista consiguió recaudar en un día donaciones de más de 1.200 personas y tiene como objetivo reunir el dinero suficiente para mantener a Lilesa y a su familia mientras se resuelve su situación legal.