Además, la alcaldesa apuntó que "cada noche la Policía está expuesta a ataques y nadie supervisa los campos de refugiados", al tiempo que añadió que las tensiones que azotan la ciudad tienen un impacto negativo para la economía de Calais y la vida cotidiana de los ciudadanos.
"Hace un año pedí al Gobierno de Hollande que introdujera las tropas a la ciudad… Necesitamos más centros de recepción. ¡Calais es una parte de Francia, y las leyes de la República deben aplicarse aquí!", insistió la alta funcionaria.
De esta manera, Bouchart, preocupada por el estado actual de los campos de refugiados y su futuro, acusó a todo el Gobierno francés —sobre todo, al ministro de Interiores, Bernard Cazeneuve— de haber fracasado en resolver la crisis migratoria.
"El Gobierno no quiere saber lo que está sucediendo en los campos de refugiados y no parece darse cuenta de lo difícil que se ha vuelto la vida cotidiana", concluyó.