"Aproximadamente 16.000 niños han sido reclutados por los grupos armados y fuerzas armadas desde diciembre de 2013, inicio de la crisis de Sudán del Sur", dice el comunicado.
"El sueño que compartíamos sobre el futuro de los niños de este joven país se ha convertido en una pesadilla", cita el comunicado al vicedirector ejecutivo del Fondo, Justin Forsyth.
El ente recordó que recientemente supervisó la liberación de 1.775 niños que eran soldados, lo que fue una de las desmovilizaciones más grandes del mundo.
Unicef también denunció la violencia sexual contra mujeres y niñas.
"El uso sistemático de violaciones, explotación sexual y secuestros como un arma de guerra en Sudán del Sur debe cesar junto con la impunidad de los perpetradores", señaló el fondo.
— UN Geneva (@UNGeneva) 19 августа 2016 г.
El Fondo también instó a facilitar un acceso incondicional a Yuba y todas las demás partes del país para enviar ayuda humanitaria.
"Sin un sector humanitario totalmente operativo las consecuencias para los niños y sus familias serán catastróficas", dijo Forsyth.
Sudán del Sur, que proclamó su independencia en 2011, vivió una guerra civil a partir de diciembre de 2013, cuando el presidente, Salva Kiir, acusó al exmandatario, Riek Machar, de haber organizado un golpe de Estado.
En abril de este año fue formado un Gobierno de unidad nacional que funcionará hasta que se celebren elecciones generales.
Sin embargo, a finales de julio la situación se agravó, Machar abandonó Yuba y el titular de Minería, Taban Deng Gai, aceptó la nominación como vicepresidente primero.
La reciente oleada de violencia obligó a más de 60.000 sursudaneses a huir del país, según Acnur.