Anteriormente, Trump declaró que Washington acabaría con la ayuda militar a los países Bálticos si no cumplen con sus obligaciones ante la OTAN. Supuestamente, se trata de destinar a la defensa el 2% del PIB nacional.
En 2004, Estonia se incorporó a la Unión Europea y la OTAN y comenzó a enviar tropas a Afganistán, Irak, Malí y otros 'puntos calientes'. Sin embargo, según varios altos cargos europeos, actualmente Occidente carece de recursos y voluntad para defender a Estonia.
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No obstante, algunos correligionarios de Trump están de acuerdo con el candidato republicano a la Casa Blanca en lo que respecta a Estonia. Por ejemplo, el político Newt Gingrich definió a Estonia como "un suburbio de San Petersburgo" y declaró que no merece ser protegido de la así llamada "amenaza rusa".