El 4 de agosto pasado, un helicóptero Mi-17 que pertenecía a Pakistán y se dirigía a Rusia para recibir mantenimiento, tuvo que aterrizar de emergencia en la provincia afgana de Logar.
Los seis ocupantes de la aeronave, incluido un copiloto ruso, fueron aprisionados por los talibán.
Diez días después, el 13 de agosto, todos recuperaron la libertad y el ruso regresó a su patria.
Según comentó uno de los liberados cuyo nombre no se revela, los talibanes dispararon un cohete contra el helicóptero.
"Ya en tierra nos obligaron a sentarse en un vehículo, dos personas fueron torturadas", dijo el hombre a Daily Pakistan.
Ninguno de los capturados, afirmó, pensaba salir con vida.
"Nos regalaron una nueva vida", agregó el liberado.