Así, debido al 'amor histórico por la cerveza' y al clima favorable, Chuvasia se convirtió en la mayor productora de la bebida en toda la Unión Soviética. A finales de los años 80 del siglo pasado, las granjas locales producían el 95% del lúpulo para cerveza que se elaboraba en todo el país.
Uno de los productos característicos de la región, la conocida cerveza Serebryanka, fue la fuente de inspiración de la que bebieron los científicos de la Universidad de Oregón para elaborar el 'Cascade', un tipo de lúpulo con aroma a cítricos que, en la actualidad, goza de mucha popularidad entre los cerveceros artesanales, según recordó The Guardian.
Sin embargo, los días gloriosos llegaron a su fin con el colapso de la URSS, y Chuvasia no fue capaz de competir con los productos extranjeros que iban inundando el mercado.
Y hoy, cuando las calles de Moscú y San Petersburgo están repletas de pequeñas cervecerías artesanales, Chuvasia espera atraer inversiones y recuperar la fama de 'superpotencia del lúpulo'.
Andréi Fadeev, director del Instituto del Cultivo de Lúpulo, está seguro de que la creciente moda de la cerveza artesanal ofrece una buena oportunidad para revivir la antigua gloria de Chuvasia, debido a que su producción puede competir fácilmente con la de los proveedores europeos.
"Cultivamos centenas de especies de lúpulo. Necesitamos cientos de tractores, equipamiento moderno y empleados jóvenes", comenta Fadeev, quien añade que el Instituto ha logrado recuperar una parte de su maquinaria y ya está dedicado a la producción.
La propia Chuvasia nunca abandonó su especialidad local. La cerveza continúa siendo un tipo de regalo idóneo para las fiestas entre la gente corriente, de manera que, con el tiempo, la región puede volver a florecer de nuevo en este ámbito.