"Abogando por un lado por la abolición de las armas nucleares el Gobierno japonés al mismo tiempo mantiene la dependencia de las fuerzas de disuasión nuclear", declaró durante su intervención con motivo del 71 aniversario del bombardeo atómico de Nagasaki.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, al intervenir en la ceremonia trasmitida en directo en la web de la alcaldía, prometió seguir esforzándose para fomentar la paz en materia de no proliferación nuclear y preservar los tres principios antinucleares —de no posesión, no producción y no autorización de armas nucleares sobre su territorio—.
Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki y sus secuelas provocaron entre 130.000 y 250.000 muertos, según diversas estimaciones, y representan los únicos ataques nucleares en la historia de la humanidad.