"Según Bruselas, los tres países bálticos menosprecian infundadamente el programa (de la UE) de traslado de los solicitantes de asilo, planteándoles exigencias excesivas que ellos no pueden satisfacer", señaló.
Christina Liepina, representante de la Comisión Europea en los Estados bálticos, afirmó que estos países usan una "lógica propia", ajena a las normas internacionales de derechos humanos, así como recordó que el asilo y la mudanza a Europa pueden negarse solo en dos casos: si el solicitante presenta peligro para otras personas o para una comunidad local o si hace peligrar la seguridad internacional.
Europa se enfrenta a la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, provocada sobre todo por una serie de conflictos armados y problemas económicos en los países del Medio Oriente y África del Norte.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 240.000 refugiados llegaron a Europa vía el mar Mediterráneo desde comienzos de 2016.