Más temprano el lunes, el diputado de la coalición opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Luis Florido, había difundido en las redes sociales una carta firmada por la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Susana Malcorra, en la que se ponía de manifiesto esta posición de Buenos Aires, así como la crisis que atraviesa el bloque regional.
"Para Argentina la presidencia pro tempore del Mercosur no puede ser asumida ni ejercida hasta tanto se concrete su traspaso por el Consejo del Mercado Común, bajo el formato y las formalidades del caso", sostuvo Malcorra en la misiva.
La cancillería argentina reconoció la autenticidad de la carta, pero alertó sobre la interpretación que pueda inferirse de ella: su oposición no es a Venezuela, sino a que un país asuma la presidencia pro témpore sin que se realice el acto formal del traspaso.
El viernes, Uruguay envió un informe a todas las cancillerías del bloque informando de su gestión semestral y declarándola terminada. Durante el fin de semana, Caracas circuló otra carta en la que asumía la presidencia por los próximos seis meses.
Argentina instó a encontrar una solución que garantice el normal funcionamiento del Mercosur a través de un procedimiento previsto en la resolución 20/02 que adoptó el bloque regional en 2002.
De acuerdo a lo convenido por el Consejo del Mercado Común (CMC) en esa decisión, los Estados Partes puede autorizar a sus respectivos representantes a firmar en un "único Estado parte los proyectos de normas consensuados por el órgano decisorio en cuestión" si hay consenso sobre la urgencia de su adopción.
Según Malcorra, se debe poner a consideración "un mecanismo transitorio", de acuerdo al procedimiento previsto por esta resolución, "previa consideración en una reunión de coordinadores nacionales a celebrarse en la primera semana de agosto".
La crisis por el traspaso de la presidencia del Mercosur se precipitó ante la negativa de Paraguay y Brasil de que Venezuela la asuma, alegando que el país no tiene condiciones institucionales internas para hacerlo.
Luego de semanas de negociaciones, no fue posible celebrar la reunión del CMC en que Venezuela debía asumir la presidencia. Esta situación de acefalía no tiene antecedentes en el bloque sudamericano.