Nadie esperaba ganar la Eurocopa 2016, pero pasar de la fase de grupos, como mínimo, sí. En esto tenía esperanzas todo el país y ha sido una gran decepción, empezando por el propio entrenador y los jugadores. Se ha generado mucho debate sobre el nivel de los futbolistas o el nivel del campeonato ruso, sobre si es competitivo o no, sobre si el límite de extranjeros [que pueden jugar en las competiciones domésticas] favorece o no a la competición y está todo en el aire. Hasta hoy no se ha elegido a un entrenador para el equipo nacional y no se sabe qué va a pasar.
En internet se recogieron casi un millón de firmas para pedir la disolución de la selección nacional de fútbol. La clase política rusa también se mostró muy crítica con los futbolistas a raíz de la eliminación. ¿Qué le parecen este tipo de solicitudes?
Sorprende la vehemencia con la que el país ha reaccionado frente a la eliminación de su equipo en la Euro. ¿Eso se debe, acaso, a la forma de entender el deporte? ¿Está relacionado con tener un 'espíritu ganador'?
No creo que tenga que ver con tener un espíritu ganador. Para mí tiene más que ver con la desesperación. La gente se desespera después de tantos años en competiciones internacionales casi sin hacer nada, salvo en la Eurocopa 2008, cuando se llegó a semifinales, y nada más. Se habla mucho de fútbol, pero también de cosas que no pasan sobre el campo. Por ejemplo, de lo que ganan los jugadores, de cómo lo festejan y cosas así. Se habla más de estas cosas que de fútbol en sí.
Por eso lo digo, de eso es de lo que se habla. A mí me parece una cosa absurda. Es su tiempo libre. Después de lo que ha pasado y estando de vacaciones, pues pueden ir a cualquier sitio. Lo mismo que los jugadores de España, de Portugal o de cualquier otro país. ¿Acaso no pueden ir a una discoteca en sus vacaciones? Pues claro que pueden ir. Si esto hubiera pasado en otro momento, pues no habría habido esta reacción, pero como pasó justo después de la Eurocopa, cuando todo el mundo estaba decepcionado, pues se montó todo este revuelo.
¿No hay cierta hipocresía en el mundo del fútbol? ¿No le parece que a veces al jugador se le exige tener un comportamiento más recto que a los demás profesionales?
Sí, pero es normal también. En el fútbol se gana mucho más que en una fábrica. Ser profesional del fútbol y jugador de la selección nacional conlleva algunas cosas que, te guste o no te guste, no puedes hacer o no las puedes hacer libremente. A lo mejor hay que ser más 'pillo'. Se puede hacer, pero hay que elegir el momento y el tiempo en el que se hace.
Yo creo que, sobre este problema, lo que acabó pasando es que se habló más de 'hooligans' rusos que de 'hooligans' de Inglaterra. Ahora mismo Rusia está mal vista en Europa, por cuestiones políticas, no por nada relacionado con el fútbol. Por Crimea [la integración de la península como parte de Rusia en 2014] o lo que sea. Es lo mismo que está pasando con las Olimpiadas. Ahora parece ser que en el tema del 'doping' solo están afectados los atletas rusos. Yo creo que aquí pesa más la política que el deporte.
El pasado 24 de julio, el COI decidió finalmente permitir la participación de los deportistas rusos en los JJOO siempre y cuando cumplieran una serie de condiciones. La decisión final la tomarán las federaciones respectivas de cada deporte. ¿Qué le parece la postura que ha tomado finalmente el COI?
El informe McLaren ha acusado a Rusia de practicar el 'dopaje de Estado'. ¿Tiene un problema el país con el consumo de estas sustancias?
Como todos los países. Como todos. Estuve un año metido en el ciclismo [el exfutbolista ruso y empresario patrocinó el primer equipo ciclista profesional gallego, el Karpin Galicia, en 2007]. Y ya se sabe que el ciclismo es tristemente famoso por estas prácticas. Como dicen los ciclistas: 'toman todos, pero a unos los atrapan y a otros no'. Algo toman todos. No sé si es exactamente así en los JJOO, y a unos los cazan y a otros no. Ahora mismo, lo que me parece absurdo es que la situación política se mezcle con el deporte. Ahora que políticamente Rusia no está bien vista, en algunos países es precisamente cuando han encontrado todo lo del dopaje. Hace dos, tres, cinco o diez años no hubo ese problema. ¿O es que hace justo dos años es cuando empezaron a doparse los atletas rusos? Nadie más. Vamos a ser un poco serios y no creer en todo lo que se dice. Ni tanto ni tan poco.
El grupo más perjudicado en Río de Janeiro ha sido el de los atletas —de atletismo en pista—, que no podrá participar en una disciplina en la que tradicionalmente Rusia es una potencia. Isinbáyeva ya ha dicho que recurrirá la decisión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ¿Se podría haber gestionado de alguna manera distinta el caso de los atletas?
¿Qué tendría que cambiarse en Rusia para que no se volviera a producir un escándalo como el de los JJOO de Sochi, donde se acusa a agentes del FSB [servicio secreto, antigua KGB] de cambiar muestras contaminadas de atletas por otras 'limpias'? ¿Debería hacerse una investigación para depurar responsabilidades o es un invento de la prensa para dañar la imagen de Rusia? ¿Existe una motivación política, hay una persecución contra el país?
Sí, sigo diciendo que hay una motivación política. Aun así, todo lo que ha pasado, lo que está diciendo el informe McLaren, implica que hay que hacer una investigación y buscar culpables. Que no se produzca más. Hay que comprobar si todo lo que dice el informe es verdad o no. Y, si lo es, tienen que rodar las cabezas de los responsables. Eso no puede pasar. Independientemente de la situación política. El tema ha salido ahora por esto, seguramente. Al menos eso creo. En cualquier caso, si es verdad, tienen que rodar las cabezas sí o sí.
Mirando al futuro, Rusia acogerá el próximo Mundial de fútbol en el año 2018. ¿Cree que el país podrá firmar una buena actuación? ¿En qué tiene que cambiar el equipo de la Eurocopa 2016 para ser un conjunto ganador en 2018? ¿Hace falta una 'revolución'?
¿Quién cree que acabará ocupando el puesto?
No sé, no lo puedo decir y no lo debo decir. Para eso hay gente que tiene que decidir y hay varios candidatos. Lo que sí que para mí está claro es que tiene que ser un entrenador ruso. Todavía más cuando el Mundial se celebra en Rusia.
Si llegara la propuesta, ¿le gustaría ser el seleccionador nacional?
El día que eso llegue, si llega esa oferta, pues habría que hablar, porque hay muchas cosas por cambiar para hacer un papel digno en el Mundial de Rusia.
Muchísimas. Empezando por la opinión que tiene la gente del equipo. Tal y como la gente ve a la selección, no vamos a ningún lado. En vez de apoyar y ayudar a sus futbolistas, hay casi casi un odio hacia los jugadores. Esto es lo primero que hay que modificar. Esto no solo depende del entrenador o los futbolistas, es un gran cambio que depende de todos.
¿Cuál es el origen de ese 'odio'?
Una cosa es respetar y otra cosa es el odio. Lógicamente, si no ganas, pues hay críticas y eso es lógico y normal, pero de ahí no se pasa al odio. Ahora mismo, casi casi hay un odio hacia la selección. Por eso se ha firmado esa petición pidiendo su disolución. Eso es lo que no puede ser. Por otra parte, se puede perder, pero claro, eso también hay que cambiarlo. Se puede perder de muchas maneras y, si se pierde, pues se pierde con dignidad y con trabajo, no se pierde por dejadez.
En cuanto al fútbol nacional ruso, ¿cree que se tendrían que realizar cambios para mejorar la competitividad de la selección?
¿Cuál será el mayor reto, como país organizador, de Rusia durante el Mundial de 2018?
¿Qué le parece el cambio de Lopetegui por Del Bosque al frente de la selección nacional española? ¿Cómo afronta España el Mundial de 2018? ¿Será una continuación del declive o se volverá al ciclo ganador?
Con la sola decisión de cambiar al entrenador no llega, en mi opinión. Hay que pensar. Alguien tiene que replantearse si España tiene que seguir jugando como lo hacía cuando ganaba. Ahora, jugando así, ya no gana. Si siguen con ese estilo, seguramente va a pasar lo que pasó en el Mundial de Brasil y en la última Eurocopa. Para un fútbol hay un tipo de jugadores y para otro hay otro tipo. Eso también depende del entrenador. Si siguen con el mismo modelo, seguramente apuesten por los futbolistas tipo Iniesta, de toque. Si eligen un modelo de juego, para entendernos, tipo Simeone, ese técnico elegiría otro tipo de futbolista. Lo que hay que decidir es cómo quieren que España juegue.
¿Cree que ese modelo, con Koke, Gabi y futbolistas más de brega y de presión funcionaría en España?
Usted ha ejercido como técnico y como jugador tanto en la liga rusa como en la española. ¿Qué diferencias existen, en su opinión, entre ambas competiciones, no solo a nivel de entrenamientos y de relación del míster con los futbolistas, sino desde la perspectiva de la presión mediática?
¿En Mallorca, tuvo a sus órdenes a Marco Asensio, que esta temporada militará en el Real Madrid tras estar cedido en el Espanyol? ¿Qué futuro le augura al mediapunta zurdo?
Marco Asensio tiene por delante un gran futuro. Estoy seguro que sí. Ya sabemos cómo es el fútbol, depende mucho de su progresión y lo que pueda pasar, pero en principio tiene todo para ser uno de los mejores jugadores de España, incluso de Europa. Tiene todas las condiciones, tanto técnicas como mentales. Es un chaval muy sano, está enamorado del fútbol, solo piensa en el fútbol y no en otras cosas. Condiciones tiene. Cómo las utilice luego y las aproveche es cosa de él. Sabemos que hay muchos por ahí que tienen mucho talento y luego desaparecen.
Usted era director general del Spartak cuando Unai Emery se convirtió en entrenador del conjunto moscovita. Se dice que traerlo fue una apuesta personal suya. ¿Qué ocurrió para que no triunfase aquí? ¿Qué valoración hace del actual técnico del PSG, en lo personal y en lo profesional?
He dicho antes que para un entrenador extranjero, [el fútbol ruso] es difícil de entender. Por ejemplo, el hecho de que no hay presión mediática. Creo que eso es un poco lo que pasó con Unai. Lo traje porque creo que es un grandísimo entrenador. Lógicamente, me habría gustado que triunfara aquí. No pudo adaptarse al fútbol ruso, y no me refiero a lo que pasa dentro del rectángulo verde, sino a lo de alrededor. Simplemente, no pudo ser. Es muy diferente. Aquí la única presión proviene del entrenador y del club. Nada más. El futbolista aquí, lo quieras o no, se relaja, se deja. Si el técnico no mete esa presión, y en España no hace falta, pues, entre otras cosas, pasa lo que pasó. Que no ha podido adaptarse a lo que es el entorno. Nada más. Todo lo demás, lo está demostrando.
Por supuesto que me gustaría. Hombre, ahí tengo dos equipos, de los tres que estuve, que me encantaría entrenar: son Celta [de Vigo] y Real Sociedad. Estuve cinco años en la Real y cinco en el Celta. Tanto uno como el otro están entre mis favoritos. Si algún día pudiera elegir, sería uno u otro.