La principal estrategia de prevención en EEUU, por lo tanto, debe ser la integración de musulmanes en la sociedad para evitar su radicalización, insistió el secretario de Seguridad Nacional al calificar de inadmisibles las declaraciones despectivas en relación con los adeptos del islam en el país.
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Tanto el atentado de San Bernardino, que causó 14 víctimas mortales y 24 heridos en diciembre de 2015, como la matanza en un club gay de Orlando, que se saldó con 49 muertos y 53 heridos en junio de 2016, fueron perpetrados por nacionales de EEUU que habían declarado lealtad a Daesh (autodenominado Estado Islámico), grupo designado terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU y proscrito en muchos países, incluida Rusia.
