Según Kasatónov, Rusia tiene previsto "un programa integral de devolución".
"No se trata solo de buques, sino también de otro equipamiento, armas, incluyendo carros de combate, nadie tiene interés en retenerlos", explicó.
Las relaciones entre Rusia y Ucrania se deterioraron a raíz de la crisis política ucraniana y particularmente tras la adhesión de la península de Crimea a Rusia y el conflicto en Donbás.
Ucrania considera que Crimea es su territorio bajo "ocupación temporal".
También Occidente calificó lo ocurrido como "anexión ilegal" y aprobó varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.
Además, el este de Ucrania lleva más de dos años sumido en un conflicto entre las fuerzas de Kiev y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, nacidas en protesta por el cambio violento del Gobierno ucraniano a principios de 2014.
Ucrania acusa a Rusia de intervenir en sus asuntos internos y perpetrar "una agresión militar" en Donbás, mientras que Moscú insiste en que se trata de un conflicto interno ucraniano.