Las tropas terrestres despidieron a 87 generales y 726 coroneles; la Fuerza Aérea, a 30 generales y 341 coroneles; las Armada, a 32 almirantes y 59 coroneles.
Turquía vive las consecuencias de un fallido golpe militar que tuvo lugar el pasado 15 de julio y se saldó con 246 muertos, sin contar a los amotinados, y casi 2.200 heridos.
Después de sofocar la rebelión, las autoridades dieron comienzo a las purgas para descubrir a los simpatizantes del clérigo islamista Fethullah Gülen, a quien Ankara acusa de orquestar la intentona.
En los días posteriores al golpe en todo el país fueron detenidos o suspendidos miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes.