"Es una medida inoportuna, porque el sector nacional de las pequeñas y medianas empresas está atravesando una situación de crisis con el aumento explosivo de los costos y la bajada de ventas", señaló Lourenzo.
A través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno anunció la reactivación del llamado "puerta a puerta" (entrega de paquetes a domicilio) para los productos que se envían por correo.
El nuevo sistema, que entrará en vigencia dentro de un mes, aumenta de dos a cinco las compras internacionales que pueden realizar los particulares por Internet.
Cada usuario podrá solicitar el envío de productos en el exterior que cuesten hasta 1.000 dólares, y que tengan un peso máximo de 50 kilos. La primera compra tendrá una franquicia de 25 dólares libres de impuestos.
En el resto, el receptor pagará un arancel del 50 por ciento y podrá importar hasta tres unidades de un mismo artículo, los cuales no podrán tener un destino comercial.
Para la CAME es un riesgo la posibilidad de que ingresen al país productos de origen asiático, especialmente de China.
"En algunos casos, hemos tomado de algunas plataformas digitales algunos productos que aun pagando el arancel 50 por ciento, salen entre un 60 y un 80 por ciento más económicos que el producto argentino", advirtió su portavoz.
La Cámara calcula que el país podría perder 4.200 millones de dólares cada año por la entrada de productos que no son fabricados ni comercializados en Argentina, y que por lo tanto, no generan valor agregado.
Si las compras llegan a ser masivas, "va a ser muy perjudicial para un sector ya castigado con la situación imperante", insistió Lourenzo.
La amenaza se extiende a todos los sectores, ratificó la Cámara, dado que el nuevo sistema de importación no discrimina por tipos de productos.
Las importaciones no pueden ser comercializadas porque se estaría incurriendo en el delito de dumping, es decir la venta de un producto por debajo de su precio normal, pero sí puede soslayarse esta situación con la compra masiva de un producto en específico por parte de los particulares.
"Si dentro del régimen general de importaciones se impide la comercialización de productos importados, ¿por qué el nuevo sistema sí lo permite?", cuestionó Lourenzo.
La CAME afirma que no se opone al comercio electrónico, pero sí a las compras que permitan acceder a un mercado chino "que en poco tiempo invada el país a través de mecanismos de uno por uno".
Enfocado en el proceso de reinserción de Argentina en el mundo, el Gobierno de Mauricio Macri anuló las restricciones cambiarias que instaló la gestión anterior, y flexibilizó la ley que limita la posesión de tierras a extranjeros, entre otras medidas.
