Yang Xiuzhu, custodiada en la actualidad en el Centro de Detención de Inmigración de Houston, ha renunciado a la solicitud de asilo político ante las autoridades estadounidenses y desearía regresar a China, afirma el diario China Daily.
La razón de su deseo para poner fin a una fuga de 13 años y enfrentarse a la justicia de su país es que quiere tener acceso a "un mejor tratamiento médico", señala el medio citando al World Journal, el principal diario en mandarín de Estados Unidos.
La web Chinanews.com sostiene que los abogados de Yang ya han solicitado la anulación del proceso de asilo político y espera respuesta.
Antes había eludido la detención en Holanda, cuando el país europeo le denegó el asilo político y los trámites de Pekín para retenerla fracasaron.
Yang había huido de China en 2003 en dirección a Singapur tras amasar una fortuna ilícita de más de 40 millones de dólares, de los que sólo han sido recuperados menos de una quinta parte.
La detención de su hermano, condenado posteriormente a 16 años por aceptar sobornos, precipitó su salida.
Su fortuna le permitió adquirir en 1996 un edificio de cinco plantas en el elitista barrio neoyorquino de Manhattan.
Los antiguos funcionarios que huyeron del país con fortunas ilegítimas son una prioridad para las autoridades chinas, que han clamado que no podrán esconderse eternamente en ningún rincón del planeta.
Una tercera parte de esos funcionarios ya han regresado en los dos últimos años a China, bien por la fuerza o bien voluntariamente gracias a las promesas de tratos judiciales menos severos.