Un total de 210 pacientes participarán en la fase de pruebas clínicas y que contará con una duración total de seis meses siendo únicamente 10 pacientes los que iniciarán el tratamiento que determinará la dosis exacta a ser aplicada, una vez sean descartados los efectos secundarios se pasará a la prueba en los otros 200 pacientes.
La polémica sobre el uso de la fosfoetanolamina en humanos alcanzó su punto más alto el pasado 19 de mayo cuando el Tribunal Supremo Federal (TSF) aceptó el recurso interpuesto por la Asociación Médica Brasileña (AMB) y suspendió ley que autorizó la producción, venta y consumo de la fosfoetanolamina sintética hasta la realización de las pruebas clínicas pertinentes.
Un mes antes, la presidenta suspendida de la República de Brasil, Dilma Rousseff, había autorizado el uso del polémico medicamento para los pacientes diagnosticados con tumores malignos, una decisión que causó una fuerte polémica entre profesionales de la medicina y la farmacia del país pero que fue muy aplaudida por la sociedad.
La historia de la "píldora del cáncer" se inició hace 20 años cuando el investigador ya jubilado de la Universidad de Sao Paulo (USP), Gilberto Chierice, desarrolló el medicamento casi de manera accidental y, al no conseguir la autorización para el test en seres humanos, decidió distribuir el medicamento de manera gratuita entre sus pacientes durante décadas.