"Estamos ejecutando varios contratos del Ministerio de Defensa relacionados con el desarrollo de misiles balísticos de emplazamiento terrestre y naval", confirmó al periódico el director general y diseñador jefe de la empresa, Vladímir Degtiar.
Fuentes de la Comisión para la Industria Militar dieron a entender que se trata de un misil balístico de lanzamiento submarino, en sustitución del Bulavá, para equipar submarinos nucleares estratégicos de cuarta generación Boréi (proyecto 955).
Mientras, la oficina de diseño rusa Rubin ya procedió al desarrollo de submarinos de quinta generación Jaski (Husky), que empezarían a fabricarse hacia 2030 y en el futuro relevarían a los Boréi.
Fotos: Los submarinos más temibles de la Armada rusa
Rusia responde de esta manera a la modernización de las fuerzas nucleares estadounidenses que Washington planea realizar a partir del año 2020 y en la que gastaría unos 900.000 millones de dólares, opina el experto militar Vadim Koziulin. El desarrollo del Bulavá, que actualmente está en servicio de prueba, empezó en 1997. El siguiente misil balístico de emplazamiento submarino, según Koziulin, deberá tener en cuenta las amenazas futuras, y es totalmente justificado que Makeyev ya esté diseñando un eventual sustituto.
"Podemos decir con seguridad que el Jaski (Husky) será un submarino polivalente, según lo previsto, así que es absurdo desarrollar para él misiles balísticos", declaró a RIA Novosti el capitán de navío Mijaíl Nenáshev, líder del Movimiento Nacional de Apoyo a la Flota (DPF, por sus siglas en ruso).
En los tiempos de la Unión Soviética, explicó el experto, los ingenieros habían intentado colocar misiles estratégicos en un módulo central creado a tales efectos en submarinos multipropósito, pero desistieron de la idea al reconocer que era ineficaz.
