"Son realmente pocos los actos terroristas perpetrados con un sentido simbólico, como el de las torres gemelas o el de Charlie Hebdo. Ahora los terroristas simplemente ejecutan a sus rehenes, ya sea haciéndolos explotar o cortándoles la garganta. Pero, al parecer, hay algunas víctimas que son de categoría A y otras de categoría B. Los italianos ejecutados en Daca eran simples técnicos, pequeños empresarios que buscaban trabajo en el extranjero", opina Salviato.
En su libro, relata su trágica historia. La intención es hacerle entender a la gente qué es lo que sienten los rehenes cuando se hallan a merced de los extremistas. Incluso para las personas que, como él, fueron liberadas, esto es una verdadera tortura física y moral.
"Los medios olvidan muy rápido todo lo que tuvo lugar 'ayer'. Hace unos días chocaron dos trenes —en Italia- y todos hablan solamente de eso. Pero es necesario trasladar a la sociedad el mal que hace Daesh. He aprendido en la cárcel que nuestra libertad debe ser defendida en todo momento, incluso simplemente hablando de las víctimas del terrorismo", concluye Salviato.