"El producto es interesante, pero el mercado no permite que hagamos una inversión de este nivel. Hoy por hoy, no es rentable", afirmó el portavoz de una de las compañías interesadas en la compra, quien rechazó presentar una oferta a causa del desplome del precio del acero.
El personal de la Armada española retiró del navío todo el armamento, de modo que lo único que puede ser vendido tras su desmontaje es el acero.
Como consecuencia de la brusca bajada, las empresas interesadas no pueden alcanzar la cifra de venta.
El desmantelamiento no es la única alternativa para el buque que han venido barajando las autoridades españolas. Otras, que finalmente han quedado desestimadas por el Gobierno de España, pasaban por vender el portaviones a Angola o convertirlo en un museo.
Varios grupos de ciudadanos y militares retirados consideran que la idea del museo merece una especial atención, dado que el Principe de Asturias participó en la primera guerra del Golfo en 1991 y es el navío a bordo del cual completó su formación militar el rey Felipe VI.