El plan, conocido con el nombre 'Siete días hasta el Rin' fue la base de las maniobras militares de 1979, donde se contemplaba un escenario en el que la OTAN realizaría 25 ataques nucleares contra objetivos en Polonia, escribe Kyle Mizokani.
El autor defiende la postura de EEUU, escribiendo que la OTAN, a principios de los años 80 del siglo XX, pasó a la doctrina de "respuesta flexible". Esto significa que estaba lista para un ataque nuclear, pero intentaba lograr una victoria "por medios convencionales". Sin embargo, prosigue Mizokami, los países del Tratado de Varsovia consideraban inevitable un ataque por parte de la Alianza, de modo que diseñaron un plan donde las armas nucleares iban a ser utilizadas desde el principio.
En caso de guerra, dice la nota, hay dos factores importantes. Las tropas terrestres habrían desempeñado un papel primordial en la derrota rápida de la Alianza.
El autor concluye asegurando que la OTAN apostaba por el avance paulatino de una guerra nuclear y habría perdido a causa de esa estrategia, puesto que su enemigo pensaba utilizar este tipo de armamento desde el primer día.