"Se destacó la necesidad de impulsar la labor dirigida a prevenir las violaciones de la tregua en Donbás, cumplir los acuerdos sobre la retirada del armamento pesado y separar a las partes del conflicto", indica el comunicado.
También se resaltó que la crisis en el este de Ucrania tiene solamente una solución política.
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación militar en las provincias orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento ocurrido en el país en febrero de ese mismo año.
El conflicto causó más de 9.400 muertos y más de 21.800 heridos, según los últimos datos de la ONU.
Los acuerdos de Minsk, pactados en febrero de 2015 para frenar el conflicto en Donbás, estipulan, entre otros puntos, un alto el fuego, la retirada de armas pesadas, la adopción de un estatus especial para algunos territorios de las provincias de Donetsk y Lugansk y la celebración de elecciones locales en estos territorios.