"En caso de fracaso, en caso de que la ciudadanía decidiera rechazar el pacto logrado por sus representantes, entonces sí, los socialistas catalanes propondríamos al conjunto de los españoles otros instrumentos democráticos (por ejemplo, una Ley de la Claridad como la canadiense) que estableciese las condiciones para, si fuera necesario, verificar el apoyo ciudadano a una eventual secesión", señala textualmente la ponencia.
La celebración de la consulta solo se haría si no sale adelante un nuevo "acuerdo bilateral entre Cataluña y España" fruto de una nueva Constitución que permita superar las tensiones territoriales, vía principal que defienden el PSC y PSOE.
El referéndum serviría "para verificar el apoyo ciudadano a una eventual secesión", señala la ponencia.
Esta propuesta es apoyada por gran parte de los dirigentes socialistas catalanes, entre ellos su secretario general, Miquel Iceta, o la exministra Carme Chacón.
El congreso ordinario del PSC se retrasó por las diversas citas electorales y finalmente se celebrará los próximos 5 y 6 de noviembre, según anunciaron este viernes.
La formación pidió al presidente catalán que convoque a todas las fuerzas políticas en el Palau de la Generalitat (sede del Gobierno) para "acordar cómo y cuándo" se celebrará este referendo.
La CUP ha pedido que se sumen a la propuesta Junts pel Sí (JxS), la coalición formada por Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y la izquierda federalista de los socialistas catalanes del PSC, Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP) y En Comú Podem (ECP).