Benedicto, que desde su renuncia al papado vive en un monasterio en los Jardines del Vaticano, volvió por primera vez al Palacio Apostólico —residencia oficial del Papa en la Ciudad del Vaticano—, donde fue recibido con aplausos por los miembros de la curia vaticana.
En su discurso, Benedicto agradeció a Francisco su bondad por dejarle vivir sus últimos años entre la belleza de los Jardines del Vaticano, donde dijo sentirse protegido.
En la ceremonia, los cardenales Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, también pronunciaron discursos en homenaje a Benedicto XVI.
El evento puede ayudar a sofocar las críticas contra el papado actual, considerado por muchos como poco conservador, según The Guardian.