"Condena a los capataces y orden de investigar a las marcas de ropa", informó el diario Página12.
Los capataces del taller, Juan Manuel Correa y Luis Sillerico Condori, fueron sentenciados por los delitos de estrago agravado seguido de muerte y reducción a la servidumbre.
Los tres jueces del Tribunal Oral Criminal N° 5 de la capital argentina también ordenaron investigar a la policía y a los inspectores relacionados con el taller.
La querella solicitaba 20 años de prisión para los encargados del lugar, pero la justicia siguió el pedido del fiscal Fabián Céliz, que solicitaba 13 años.
Los jueces sí concedieron el pedido de ambas partes, que exhortaron a indagar las presuntas responsabilidades de los dueños de las marcas de ropa cuyas prendas se confeccionaban en el taller, y que además resultaban ser los propietarios del recinto.
En el lugar vivían y trabajaban 64 personas, 38 de los cuales eran menores de edad. El taller había sido habilitado en 2001, sin que hubiera inspecciones posteriores.
A lo largo de los dos meses de juicio, testigos y familiares constataron las condiciones de explotación en la que se encontraban los empleados, con habitáculos en donde se hacinaban con sus familias. Los horarios de trabajo superaban las 15 horas diarias, de lunes a sábado, y los salarios eran irrisorios.
El incendio se produjo el 30 de marzo de 2006, a causa del recalentamiento del sistema eléctrico que prendió fuego el cable de un televisor y extendió las llamas por el primer piso del taller.