Naomi, la hija de Reynaldo González, fue la única estadounidense fallecida la noche del 13 de noviembre del año pasado en la capital gala a raíz de la masacre terrorista.
Hay heridas que no cicatrizan con el paso de tiempo y esta es una de ellas. El padre de Naomi acaba de demandar a Twitter, Facebook y Google ante un tribunal, acusándolos de difundir propaganda extremista.
El abogado de la familia de los González, Keith Altman, ha explicado a Sputnik las razones de esta demanda.
¿Está usted sugiriendo que las redes sociales, en realidad, son cómplices en la causa del terrorismo internacional? A primera vista, parece una acusación algo desmesurada…
No estamos diciendo literalmente que colaboren con los terroristas, sino que no emprenden acciones contundentes para limitar a los terroristas el acceso a sus sitios web. Ojo, que tienen plena conciencia de ser utilizados por los extremistas. Por ejemplo, hay un tal individuo Dr. Daesh y su cuenta Dr Daesh 101 queda bloqueada, pero al día siguiente crea otra cuenta, Dr Daesh 102. ¿Acaso no se dan cuenta las redes de que el mismo prefijo vuelve a ser usado una y otra vez?
Y las posibles enmiendas legislativas, ¿serán lo suficientemente eficaces? ¿No llevarán acaso la actividad terrorista a la clandestinidad, restringiendo al mismo tiempo la libertad de expresión?
No se trata solamente del contenido publicado por los usuarios. Se trata del uso de la infraestructura que les permite operar, reclutar nuevos miembros, recaudar fondos y difundir propaganda. Tampoco debe pasar desapercibido que las empresas colocan anuncios en las publicaciones de los terroristas.
¿Cuáles pueden ser los alcances de este litigio?
Independientemente de si ganamos el caso o lo perdemos, la gente acabará saliendo beneficiada. Debido a la repercusión de la acción, las empresas tendrán que hacernos caso. Todo el mundo ganará.
