La sentencia afirma que los agentes del Servicio Federal ruso de Seguridad (FSB) detuvieron al policía Alexéi Oleynik en febrero de 2006 por sospechas de fraude y le golpearon.
Además le negaron acceso a un abogado y no formalizaron su detención en las primeras 15 horas.
El TEDH sostuvo que las autoridades rusas se basaron en escuchas telefónicas no autorizadas por una corte para imputar a Oleynik.
Asimismo subraya que el fiscal se refirió al policía como culpable en declaraciones a un periódico local antes del dictamen del tribunal.
Finalmente Oleynik fue sentenciado a dos años de prisión.
La Corte de Estrasburgo obliga también al Estado ruso a costear los 1.650 euros del proceso.