"A la luz de la agresión rusa contra Ucrania necesitamos adaptarnos a la situación y desplegar más recursos en los tres países bálticos, en Rumanía, Bulgaria y Polonia, todos ellos se encuentran cerca de la frontera con Rusia; lo estoy diciendo con pena pero es así", dijo a Sputnik.
"Cuando miro hacia atrás, creo que hicimos lo correcto cuando respondimos a la agresión rusa contra Ucrania con medidas defensivas; no emprendimos ninguna acción ofensiva contra Rusia", señaló, al subrayar que la OTAN "no representa ninguna amenaza para Rusia".
Al mismo tiempo, mencionó que los países miembros de la Alianza deben cumplir con los compromisos de defender a sus aliados de cualquier agresión.
A mediados de mayo entró en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu, unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que estas armas son de defensa y no debilitan la capacidad de disuasión nuclear rusa, pero el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que son parte de las capacidades nucleares estratégicas de EEUU emplazadas en la periferia.
Moscú subrayó en reiteradas ocasiones que el aumento del potencial militar de la OTAN, la expansión de sus misiones globales y de la actividad militar, así como la futura ampliación de la Alianza y el acercamiento de su infraestructura militar a las fronteras rusas, representan una amenaza a la seguridad nacional de Rusia.