El complejo de Yongbyon es el principal laboratorio que nutre a Corea del Norte de material para sus ensayos nucleares y su cierre suele ser el primer condicionante en cualquier negociación con el régimen.
"Los indicios muestran actividades relacionadas con un reactor de cinco megavatios, la expansión de las infraestructuras para el enriquecimiento y de otras actividades relacionadas con la recuperación de plutonio", aseguró Yukiya Amano, director del OIEA.
Pyongyang ya había advertido en 2015 que el reactor estaba operativo para mejorar la calidad y la cantidad de sus armas nucleares después de que fuera cerrado en 2007 tras un histórico acuerdo que contemplaba el desarme norcoreano a cambio de reconocimiento internacional.
"Es realmente lamentable que Corea del Norte no haya mostrado ningún indicio de desear cumplir con las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU después de su último ensayo nuclear a principios de este año", añadió Amano.
Los indicios analizados por la AIEA son compatibles con las informaciones de abril de la página web 38 North, que había detectado en varias ocasiones columnas de humo emergiendo del principal reactor.
Poco se sabe de la capacidad real de Pyongyang para producir plutonio y uranio desde que el régimen expulsó años atrás a los inspectores internacionales que debían fiscalizar su desnuclearización.
Los expertos juzgan que la planta podría suministrar suficiente plutonio para al menos una bomba anual y aseguran que en estos momentos podría contar con entre siete y doce cabezas nucleares.
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Los cuatro lanzamientos fallidos de misiles Musudan en los dos últimos meses podrían revelar las prisas de Corea del Norte por conseguir un arma nuclear que suponga una amenaza real a la comunidad internacional.