"Tuvo lugar un hecho muy desagradable y vergonzoso; sí, se puede decir que el festival se frustró gracias a los sacerdotes", afirmó el interlocutor de la agencia.
En el festival previsto para el 4 y 5 de junio en las afueras de Tiflis, debían participar reconocidos grupos de rock de Suecia, Israel, Ucrania, Armenia y Azerbaiyán.
La compañía de televisión Rustavi 2 informó en la noche del sábado que los sacerdotes de un monasterio cercano, acompañados de un grupo de ciudadanos, comenzaron a protestar por el volumen de la música que alcanzaba el monasterio y el cementerio ubicados a un kilómetro de la sede del evento.
En ese momento se interrumpió inesperadamente el flujo eléctrico en el escenario del festival, los participantes sospechan que los manifestantes cortaron la electricidad.
Los testigos informaron a la prensa que al lugar de los hechos acudió un patrullero, que obligó a los manifestantes a abandonar el territorio del festival.
El grupo Jinjer, que actuaba en en momento del incidente, se lamentó en su página de Facebook que "en un país que parece civilizado la religión tiene más poder que la ley".
El grupo expresó la esperanza de que pronto se hallará una nueva sede para el festival y podrán hacer una presentación completa ante el público georgiano".
"Lo que sucedió hoy en el festival es muy lamentable; es lamentable que el país se vea en esta situación; posteriormente ampliaremos toda la información e indicaremos cuáles serán nuestros próximos pasos, agradecemos a todos por el apoyo y la paciencia", reza la declaración emitida por los organizadores del festival.
