La idea de los fundadores —los hermanos Gerard y Roger Moliné— es "ofrecer una alternativa sostenible para recordar a las personas o mascotas fallecidas".
En el espacio superior —que se denomina la 'Bios Urn'— se pone un poco de la tierra tomada del lugar donde va a ser plantado el árbol y se mezcla con la semilla. El proyecto ofrece el cultivo de diversas especies de árboles como roble, ciprés, arce, pino, haya, ginkgo y fresno.
La compañía también desarrolló una aplicación móvil mediante la cual el usuario puede sincronizar su teléfono con la 'Bios' para recibir consejos de cómo cuidar el árbol, y asegurarse de que reciba suficiente agua, fertilizantes y luz solar, así como alertas sobre los fenómenos meteorológicos que hay que tener en cuenta para que el árbol crezca de forma óptima y controlada, asegura Live Science.
La idea es convertir los cementerios en bosques, y mejorar los factores sostenibles y 'ecorresponsables' de los entierros tradicionales, explican los empresarios barceloneses en el sitio web del proyecto.
"Queremos cambiar que el tema de la muerte y el dolor provocado por esta, se evite en la conversación por temor a ser demasiado tabú", comentan los hermanos Moliné citados por Daily Mail.
En abril de 2016, la Compañía terminó la recaudación de fondos en el servicio de micromecenazgo 'Kickstarter', superando la meta establecida de 60.000 dólares. Se espera que los primeros clientes reciban sus incubadoras en noviembre de 2016.