Este compendio definitivo de la investigación dirigida por el ya retirado alto funcionario británico, sir John Chilcot, consta de 2,6 millones de palabras repartidas en doce tomos.
La controversia se centra esta vez en el elevado precio de la edición en papel que, según el objetivo inicial, también tendrán que abonar los familiares de los soldados muertos en Irak.
Un total de 179 militares británicos han perdido la vida en el país desde la invasión de fuerzas de Estados Unidos y Reino Unido en busca de armas de destrucción masiva de Sadam Husein que resultaron inexistentes.
Pero la furia generada por el frío gesto comercial ha forzado a echar el freno a la medida.
"De ninguna forma tendrán que pagar por ejemplares del informe Chilcot las familias del personal en servicio que murió en Irak", declaró por la tarde un portavoz del primer ministro, David Cameron.
La campaña de denuncia la dirigió inicialmente el diario conservador The Daily Telegraph, que se hizo eco del malestar de las víctimas.
"Es indignante y estoy bastante molesta", dijo al periódico la madre del fusilero Gordon Gentle antes de cuestionar "¿por qué hemos de pagar? ¿No hemos pagado demasiadas veces con las vidas de nuestros hijos?"
La comisión Chilcot pretendía distribuir a los familiares directos de los militares caídos copias gratuitas del resumen ejecutivo de las conclusiones.
Esta publicación resumida lleva un precio de 30 libras (cerca de 40 euros) por ejemplar.
La versión digital es en cambio gratuita y estará accesible a todos los públicos a partir de la declaración oral de Sir John, en la tarde del 6 de julio.
