"Todo estaba bien hasta que ayer empezó a llover. Las tiendas de campaña quedaron esparcidas por todo el campamento. El agua corría sin freno desde el centro del techo y por las costuras", escribió en su página de Facebook Vladímir Velikozhón, soldado del Ejército del país eslavo.
El militar también agregó que lo más sorprendente del caso es que, recientemente, los reporteros de guerra elaboraron un reportaje donde alabaron lo bueno que era el nuevo campamento, "establecido según los estándares de la OTAN".
Antes de las fuertes lluvias, los soldados contaban con al menos 500 tiendas de campaña. El valor de cada una ascendía a más de 1.500 de dólares.
"Alimentan a los defensores de Ucrania como a perros, mientras que los soldados estadounidenses y los de Canadá son alimentados mejor de lo que un ucraniano medio puede permitirse". De este modo lamentaba las condiciones de vida de los soldados un mecánico de la brigada aeromóvil de las Fuerzas Armadas del país, Yuri Témchenko.
En octubre de 2015, la Fiscalía General de Ucrania estimó que hay alrededor de 16.000 prófugos entre sus tropas. Durante la sexta movilización, cerca de 27.000 ciudadanos eludieron el reclutamiento. Esto supone alrededor de un 55% de la cantidad total de ucranianos expuestos a ser reclutados.
