"Debería haber una mayor toma de conciencia tanto a nivel regional como global de que la lucha es grave y que si no se avanza en forma efectiva se pierde o se está perdiendo", dijo el abogado especializado en financiamiento del terrorismo.
"No se puede cerrar los ojos y creer que esto no va a pasar acá", insistió Rabinstein, director de la cátedra de Prevención de Lavado de Activos de la Universidad de Buenos Aires.
Mientras muchas medidas que se están ejecutando contra el terrorismo son más efectivas, todas las agencias de seguridad e inteligencia del mundo deberían aunar esfuerzos para combatir a Daesh (grupo terrorista que se autodenomina Estado Islámico, proscripto en Rusia y otros países).
En cuanto al financiamiento al terrorismo en Latinoamérica, la diferencia puede estar en la procedencia del dinero, observó.
Hay personas que entregan donaciones a sociedades u organizaciones pensando que la causa es noble, pero en realidad están contribuyendo a la violencia, dijo.
"Se pueden desviar los fondos que entraron para un buen propósito, educación, social, de mejora de determinados sectores o etnias y se terminan canalizando para otra cosa", explicó.
Rabinstein dijo que los controles a las organizaciones sin fines de lucro se hacen cuando estas se crean, pero las auditorías no continúan cuando ya están operativas.
Además, "puede haber un punto de conexión con el lavado de activos, porque, cuando se tienen fronteras más permeables y debilidad en los controles, sobre todo en determinados sectores no financieros que están menos supervisados y controlados, se tienen determinadas fronteras para que puedan entrar fondos con fines espurios", recalcó.
Rabinstein participó este viernes de la última jornada del Cuarto Congreso de Prevención de Lavado de Activos de las Américas que comenzó el jueves en Montevideo.