"Las medidas encaminadas a establecer la confianza, a evitar los riesgos, serán de una importancia crucial en el caso de que comiencen las consultas sobre la posibilidad de realizar un consejo Rusia-OTAN", señaló el diplomático ruso en Bruselas.
Al mismo tiempo Grushkó aseguró que no hubo consultas oficiales sobre la reunión.
Anteriormente el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió que Moscú no recibió ninguna solicitud respecto a la celebración de la reunión del Consejo Rusia-OTAN.
El embajador de Rusia ante la OTAN subrayó además que la mayoría de los europeos está consciente actualmente de que la política encaminada a aislar a Rusia resultó un fracaso, y las amenazas comunes que enfrentan Moscú y los miembros de la Alianza "exigen aunar los esfuerzos sobre una base que cuente con un carácter verdaderamente conjunto".
El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, anunció unas horas antes que planea convocar una reunión del Consejo OTAN-Rusia antes de la cumbre de la Alianza, prevista para julio próximo en Varsovia.
Stoltenberg expresó que entre los ministros de Exteriores de los países miembros de la OTAN hay "un amplio acuerdo" para celebrar tal encuentro, pero señaló que "es necesario, desde luego, consultar a Rusia".
Tras la reincorporación de Crimea a Rusia y la crisis en el este de Ucrania, la OTAN suspendió toda cooperación civil y militar con Moscú aunque al mismo tiempo decidió preservar los canales del diálogo político, la comunicación militar, así como continuar al nivel de embajadores o inferior la labor del Consejo OTAN-Rusia, un foro de consultas bilaterales establecido en 2002.
La última reunión del Consejo OTAN-Rusia tuvo lugar en Bruselas en abril de 2016, tras una pausa de dos años, pero terminó sin resultado.
