Turquía "está dispuesta ahora a trabajar de forma constructiva", dijo el funcionario al descartar la posibilidad de un embargo completo a los productos del sector agroalimentario turco.
Según Dankvert, "el objetivo consiste en que cumplan nuestros requisitos".
"Si lo aceptan, entonces, seguimos trabajando, y si no, lo cerramos. Aún no vamos a cerrarlo todo", señaló.
A partir de este año Rusia puso en marcha "medidas económicas especiales" con respecto a Turquía que prevén en particular el embargo a la importación de ciertos productos agroalimentarios.
El veto ruso, efectivo a partir del 1 de enero de 2016, se aplicará, entre otros productos, a los cítricos, tomates, carne de pollo y pavo, cebolla, coliflor, brócoli, pepinos, uva, manzanas, pera, albaricoques, melocotones, ciruelas y fresas provenientes de Turquía.