En un comunicado oficial, el Ministerio de Ciudades destacó que la medida era simplemente de precaución debido a los nuevos estudios que deberán realizarse por parte de los equipos técnicos de la Secretaria Nacional de Vivienda ante el elevado déficit de las cuentas públicas, es decir, los recortes en la primera semana se cobraron el 1,5 por ciento de principal programa social.
Cabe recordar que la semana antes de su suspensión por el Senado, la presidenta Rousseff alertó sobre los efectos sobre los programas sociales que supondría la instauración del Gobierno del presidente interino Michel Temer, especialmente si se piensa que muchos de sus ministros provienen del PSDB, principal partido de la derecha neoliberal en Brasil.
Tanto el programa "Bolsa Familia", orientado a aportar una renta mínima a las personas más pobres del país, así como "Mi Casa, Mi Vida", están considerados los buques insignia de los programas sociales puestos en marcha desde los Gobiernos del expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).
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Desde su lanzamiento en 2009, el programa "Mi Casa, Mi Vida" proporcionó 4,25 millones de viviendas sociales a los brasileños más necesitados y se esperaba que la cifra alcanzase los 5,75 millones de viviendas hasta el fin del mandato de Rousseff en 2018, con un total de 23 millones de personas beneficiadas en todo Brasil, algo que podría quedar en el papel.