La prioridad del primer ministro Modi, en el poder desde 2014, fue descripta por la especialista María Agostina Cacault, como una política de tres círculos. El primero apunta al crecimiento económico interno. El segundo, a establecer un rol importante con sus vecinos, a pesar de ser una región de países inestables, para obtener una mayor presencia en el Océano Indico. El tercero, “jugar en la mayor cantidad de tableros posibles”. Incluso con China, aunque hay una vieja historia de desconfianza mutua, se han firmado acuerdos que interesan a la agenda económica de India.
Para Cacault, “India busca ampliar la influencia en el escenario internacional y tener posturas que respondan a sus intereses geoestratégicos. Es claro que, con los cambios en ese país y con el relanzamiento de la nueva ruta de la seda por parte de China el eje de poder mundial se ha desplazado del Atlántico al Pacífico”.
Por otra parte crecen en el mundo las críticas contra la forma en que la presidenta de Brasil Dilma Rousseff fue apartada del cargo. Hablaron sobre el tema los intelectuales norteamericanos Noam Chomsky e Immanuel Wallerstein. Lo mismo hicieron los eurodiputados en la reunión de la Asamblea Euro-Latinoamericana en Lisboa.
También fue criticado el secretario general de la OEA, Luis Almagro, por el propio ex presidente José Mujica, a raíz de las opiniones vertidas sobre el caso de Venezuela. Almagro fue canciller de Mujica y pertenecen a la misma formación partidaria pero el ex presidente de Uruguay fue contundente al decir: “Adiós Almagro”. El presidente Nicolás Maduro reiteró la sospecha de que Almagro es un agente norteamericano.
Entre otros temas se comentaron además las declaraciones del vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, a la publicación “Contra Magazin” sobre la injerencia de Estados Unidos en América Latina; las manifestaciones en Francia contra la reforma laboral y la situación en Haití.