Las opiniones de los empleados de la Policía resultaron inesperadas: parece que el BMW en cuestión es "completamente inadecuado como coche de patrulla". En total, los encuestados destacaron 25 deficiencias en este modelo de la famosa marca de Baviera, según el periódico alemán Rheinischer Post.
En caso de amenaza terrorista, los policías pueden quedarse sin defensa. El equipamiento antibalas —dos cascos y dos chalecos, para dos personas— simplemente no cabe en el coche, destaca el medio.
Para los detenidos, la situación se agrava aún más. Primero, no hay mucho lugar para colocarlos, destacan los policías. Segundo, debido a que un detenido tiene que estar acompañado por un policía en el asiento trasero, hay que poner todas las cosas en el asiento delantero o en el pequeño maletero. Lo mismo ocurre cuando hay un aspirante a policía en el coche.
A parte de todos los defectos, los funcionarios alaban al menos tres cosas: el sistema de navegación, el climatizador automático con zonas controlables por separado y los buenos asientos.
Por su parte, el Ministro del Interior, Ralf Jäger, comenta que el BMW policial cumple los requisitos técnicos y ofrece la máxima seguridad.
La Oficina Estatal de Servicios de Policía adquirió 1.845 coches por alrededor de 21 millones de euros. El BMW ha sido "la solución más barata" entre todas, según la entidad. Debido a los apuros económicos, la opción del Volkswagen Passat, utilizado anteriormente, fue descartada a pesar de que este último ofrecía mucho más espacio.