El gobierno del presidente Enrique Peña, se ha comprometido a "reforzar sus políticas para combatir prácticas de corrupción, lavado de dinero y evasión fiscal", dijo en un pronunciamiento la secretaría de Relaciones Exteriores.
En representación del gobierno federal mexicano, el secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, reafirmó en ese foro celebrado en Londres el compromiso del Presidente "por avanzar en la lucha anticorrupción", dijo la cancillería.
México fue uno de los asistentes al foro, al que asistieron representantes de 40 países, incluyendo 11 jefes de Estado y de Gobierno, así como de la Unión Europea, del grupo G-20, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de las mayores economías.
Transparencia
Los gobiernos participantes se comprometieron además con la transparencia de la información "para detectar, prevenir y combatir el lavado de dinero asociado a la corrupción".
Además, el titular de la SFP firmó un acuerdo de cooperación bilateral con el Ministro de Estado del Reino Unido de Asuntos Exteriores para Latinoamérica, Hugo Swire, con el fin de "promover la transparencia y enfrentar la corrupción".
La naturaleza endémica de la corrupción le cuesta al país latinoamericano unos 20.000 millones de dólares al año, según documentos del Congreso federal.
México registra unos 200 millones de actos de corrupción anuales y se ha rezagado en 2016 al lejano lugar número 103 de un total de 175 países analizados en todo el mundo en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.
Andrade fue designado al cargo de vigilante de la Función pública por el mandatario para investigar un escándalo descubierto por una investigación periodística: la esposa del mandatario había comprado con facilidades una mansión de unos 4 millones de dólares a un contratista del gobierno, entre críticas de la oposición por ser juez y parte de la administración.