"Este año estamos con problemas graves por el tarifazo", señaló Weimer.
Una sala de teatro que antes pagaba 1.800 pesos (125 dólares), ahora recibe una factura de 8.000 pesos (555 dólares), más de un 400 por ciento de aumento, comentó la presidenta de ARTEI.
La asociación, que representa desde 1998 a más de 90 salas en la ciudad de Buenos Aires, admite que ha impulsado "varios frentes de gestión para enfrentar las tarifas que llegaron de la luz".
También el precio del agua comienza a ser una preocupación, porque han comenzado a recibir facturas "con un aumento tremendo".
Las entradas en el teatro independiente oscilan entre los 100 y los 250 pesos (entre 7 y 17 dólares).
ARTEI solicitó, junto a otros centros de artes escénicas y culturales, una tarifa cultural ante el Ministerio de Cultura.
"Nos pidieron un relevamiento hace 20 días para analizar qué carga tendría para el Estado hacer una tarifa diferenciada, así que hicimos ese trabajo pero no tenemos respuesta todavía", señaló Weimer.
Ante la Legislatura, el poder legislativo de la ciudad de Buenos Aires, "varios de sus miembros han presentado un proyecto para crear un fondo de emergencia que nos cubra hasta que salga esa tarifa reducida", añadió.
Por otro lado, un diputado nacional presentará en el Congreso Nacional un proyecto que reconozca una tarifa diferencial para los teatros independientes.
Si la situación sigue así dentro de dos semanas se tomarán "otro tipo de medidas para visibilizar este problema", anunció la presidenta de ARTEI.
En 2014, hubo más de 3 millones de espectadores en las salas de teatro de Buenos Aires, el equivalente a los habitantes de la capital argentina, según el último dato que aporta el Sistema de Información Cultural de la Argentina.
La mayor parte de las salas, de las obras y de los estrenos que se realizan en la ciudad de Buenos Aires pertenecen al circuito independiente, por fuera del teatro oficial y comercial, según la presidenta de ARTEI.