España analiza dejar un galeón hundido en las costas colombianas para evitar conflicto

BOGOTÁ (Sputnik) — El ministro de Justicia de España, Rafael Catalá Polo señaló que el galeón San José —que se disputan ambos países— debe dejarse donde se encuentra, en las costas de Cartagena, ya que el valor económico que representa puede gastarse en sólo dos años y en cambio desaparecería un pedazo de la historia.

España analiza la posibilidad de "dejarlo ahí y quizá recuperar algo para los museos de historia, los museos arqueológicos, para que se sepa la historia del galeón San José y se haga un buen documental, se pueda poner en valor la historia que compartimos España y Colombia desde hace siglos", dijo el funcionario en entrevista con el diario local El Tiempo durante la visita al país latinoamericano.

"Nosotros pensamos que lo mejor que se puede hacer con un barco hundido es respetar el patrimonio cultural que eso significa y dejarlo donde está (…), pero no que haya un debate económico sobre las monedas que hay dentro del galeón, si son tuyas o son mías, si yo me la quedo porque yo lo vi primero…", agregó.

Catalá Polo se cuestionó la posibilidad de recuperar el galeón por su valor económico, tal y como lo ha contemplado el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y señaló que "ese valor se lo gastará cualquiera, España o Colombia, en uno o dos años, y el galeón desaparecerá".

Agregó que si el galeón sigue allí, "dentro de 50 años nuestros nietos podrán conocer ese patrimonio cultural, un patrimonio cultural de todos", y destacó que pese a las diferencias que han surgido con respecto del pecio, Colombia y España mantienen unas relaciones "extraordinarias".

Finalmente, el funcionario español alentó la posibilidad de que se cree una comisión de expertos conformada por historiadores capaz de emitir un juicio sensato sobre la cuestión y, con base en ello, que los gobiernos de ambos países puedan determinar qué hacer con el naufragio.

El galeón San José, construido a finales del siglo XVII en unos astilleros cercanos a San Sebastián (norte de España), transportaba un importante cargamento de oro, plata y piedras preciosas, pero fue hundido el 8 de junio de 1708 por el cañonazo de una embarcación inglesa durante una batalla en Barú, en las costas de Cartagena.

El Gobierno español considera que el pecio es de su propiedad ya que llevaba su bandera y según un tratado de la Unesco tiene la potestad para reclamar el hundimiento. Sin embargo, Colombia nunca suscribió ese acuerdo, por lo cual alega que no está obligada a cumplir las normas que en él se indican.

Durante décadas el pecio fue buscado por cazatesoros. Posteriormente, el Gobierno colombiano realizó alianzas público-privadas, entre ellas con la firma Sea Search Marina, para su hallazgo, el cual ahora también reclama esa firma exploradora tras anotar que fue gracias a las coordenadas que suministró que la Armada de Colombia pudo encontrar el hundimiento, lo cual niega la administración del presidente Juan Manuel Santos.

Las coordenadas "no corresponden de modo alguno", dijo Santos tras el descubrimiento del galeón, a finales de 2015, e insistió en que "el Estado colombiano mantiene la soberanía sobre todos los bienes que han sido identificados en los procesos de investigación sobre su patrimonio".