“Ganó la estrategia de los productores de petróleos baratos de Arabia Saudí, así como de Rusia, de África, de Indonesia y de Latinoamérica, que han impuesto la tesis de (preservar la) ‘market share’ (cuota de mercado), sin que haya una intervención gubernamental en ningún lado”, señaló.
Ortiz indicó que en 2015 y en lo que va de 2016, “se ha caído la producción en EEUU más o menos, solo de ‘frackers’ y aguas profundas, 700.000 barriles por día, algo que ya está reportado por la Agencia de Información de Energía” de ese país.
El “fracking” consiste en realizar perforaciones para obtener hidrocarburos incrustados en rocas subterráneas con la inyección masiva de agua y productos químicos.
Arabia Saudí fue intransigente en mantener su cuota de producción, lo que ha llevado a la quiebra a muchos productores de esquisto estadounidenses, cuyos costos operativos son mayores, explicó.
Los miembros de la OPEP tienen previsto reunirse el mes próximo en la capital austriaca para analizar una propuesta de congelar la producción en los niveles de enero y así empujar al alza los precios internacionales, que cayeron de 115 dólares por barril de 159 litros a mediados de junio de 2014 a poco más de 40 en la actualidad.
La OPEP, que cubre un tercio del mercado mundial, está integrada por Angola, Arabia Saudí, Argelia, Catar, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria y Venezuela.