"Una cobertura parcial sobre migrantes suele estar originada en una mentalidad conservadora, xenófoba o abiertamente racista", dijo Castro Soto, quien dirigió el Observatorio Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas (ObservaLAtrata), de 2010 a 2014.
"La pregunta es —continúa el académico, doctorado en Derechos Humanos por la jesuita Universidad Iberoamericana-, si la incredulidad la causan las políticas antiinmigrantes; o se debe a que los ciudadanos las consideran de línea blanda, tampoco se sabe si sus creencias proceden de la era vertiginosa de internet o de sus sentimientos históricos profundos", dijo el investigador.
Los ciudadanos de esos países, "creen que la información divulgada por los medios de comunicación y las autoridades de sus países sobre los delitos cometidos por los inmigrantes no es objetiva", indica un sondeo realizado por las compañías de investigación de opinión pública Populus e IFop para la agencia de información y radio Sputnik.
Nuevas preguntas
El resultado del sondeo, "tampoco ofrece otros parámetros para comprender las razones por las cuales los ciudadanos con acceso a mucha información, no le creen a los medios en temas relacionados con los delitos de migrantes", dice Castro Soto, quien dirigió durante cinco años junto con sacerdotes católicos, el albergue La Sagrada Familia de Tlaxcala, en la Ruta del Migrantes, a la vera de las vías del tren apodado La Bestia, que ha triturado a decenas que cayeron de sus vagones de carga, en el altiplano central del país latinoamericano.
"¿Los encuestados consideran que las informaciones no son ciertas porque son discriminatorias, o porque creen que la información causa simpatías hacia los inmigrantes?" se interroga Castro Soto.
Castro Soto, cuyo hermano sobrevivió a un atentado en marzo pasado, en el cual fue asesinada la activista ecologista Berta Cáceres, en Honduras, país productor de una elevada tasa de migración hacia EEUU, asegura que "existe una política anti-inmigrante e intolerante en los países europeos".
Finalmente, el dato de la incredulidad en los medios y las autoridades –no se sabe en qué proporción cada uno, porque no son lo mismo, vuelve a preguntase-, respecto de los delitos cometidos por inmigrantes, "es revelador, en tanto que expresa desconfianza, además de un sentido crítico y autónomo de las distintas audiencias de esas sociedades, sobre sus propias estructuras de poder, sobre las fuentes de información y sobre sus medios comunicación", puntualiza el académico.
Los socios del proyecto para la agencia rusa de noticias son las conocidas compañías de investigación Populus, Ifop y Forsa.