Para su construcción se emplearon 400 toneladas de construcciones metálicas y 250 metros cúbicos de hormigón. Según el proyecto, el puente va a contar con 595 pilares y todavía quedan por sujetar 5.500 pilotes.
El primer pilar —de 3 metros de altura— está montado sobre los cimientos de 8 pilotes —cada uno de 1.420 milímetros de diámetro— hundidos a 76 metros bajo tierra.
Junto con la superestructura, el pilar elevará el puente 7 metros encima del nivel del mar. A medida de que el puente avance, los pilares alcanzarán una altura de 35 metros por encima del nivel del mar.
Al mismo tiempo, del lado de Kerch, donde el suelo es más apto para la construcción, se están levantando los primeros pilares para el ferrocarril.
Rusia dio inicio a la construcción de un puente sobre el estrecho de Kerch el 20 de febrero de 2016. Dicha infraestructura será uno de los proyectos más complejos para la ingeniería rusa. El puente, que contará con una longitud aproximada de 19 kilómetros, se prevé para el 2018.
