"Este proceso de impeachment nace con el pecado original de que fue empleado por el presidente de la Cámara de los Diputados para llevar a cabo su venganza", sentenció el máximo responsable de la defensa de la líder del Partido de los Trabajadores (PT) quien reclamó que debería ser Cunha el que sufriese la pérdida de su mandato por estar imputado en la Operación Lava Jato.
Entre sus argumentos contra el informe final del diputado instructor Jovair Arantes, quien recomendó la continuidad del proceso contra Rousseff, Cardozo recordó que durante más de 15 años el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) aprobó sistemáticamente medidas como la empleada por la presidenta Rousseff sin hablar de un delito contra la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Por último, Cardozo llamó a todo el proceso, incluido el informe final de la Comisión, de "violación" a la democracia y de golpe parlamentario en toda regla: "Ese informe demuestra que no hay una base legal y por ello el proceso de impeachment no debería ser llamado así sino golpe, el golpe de abril de 2016".