Las prácticas corruptas de Guo podrían haber superado a las de Xu Caihou, otro alto militar al que se le encontró en casa una tonelada en billetes.
Según Li Jie, un coronel retirado del ELP, el mayor cargo de Guo empuja a pensar que habría tenido más libertad para gestionar las compraventas de cargos a cambio de sobornos.
"Guo tenía un rango superior y estaba encargado directamente de los asuntos militares más importantes, incluido el armamento y las maniobras", dijo Li, citado por el diario hongkonés South China Morning Post.
El ahora procesado está acusado de haber cobrado al menos de dos oficiales a cambio de promociones laborales, aunque existen sólidas sospechas de que los casos fueron muchos más.
La posición jerárquica de Guo en el Ejército estaba sólo por debajo de la del presidente, Xi Jinping, quien está dirigiendo una campaña de limpieza en las fuerzas armadas chinas.
Los expertos señalan que la compraventa de altos cargos militares a cambio de sobornos es tan generalizada que arruinaría los esfuerzos militares en un escenario de guerra real.
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La corrupción militar también llega por los numerosos negocios tradicionalmente asociados al Ejército.
Pekín anunció días atrás que las fuerzas armadas deberán cancelar todos sus servicios remunerados en tres años.