TIFLÍS (Sputnik) — "Si existe la posibilidad, pues sí, Georgia debe asumir el papel de mediadora; somos uno de los países que tiene buenas relaciones con ambas naciones", afirmó a la prensa.
El alto militar volvió a expresar su confianza en el pronto fin de las acciones bélicas en la zona de conflicto.
Kapanadze añadió que la parte georgiana sigue atentamente la situación y "mantiene un estrecho contacto con los colegas armenios y azerbaiyanos".
Los enfrentamientos a gran escala que se reanudaron en Nagorno Karabaj el 2 de abril representan la mayor espiral de violencia desde que el conflicto entró en fase latente hace más de dos décadas.
Los ataques causaron bajas en ambos lados. Ereván responsabilizó de la ofensiva a Bakú que, a su vez, denunció múltiples bombardeos de poblados desde el lado armenio.
Ereván y Bakú viven enemistados desde el inicio del conflicto de Nagorno Karabaj, en 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios, decidió independizarse de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades que se dio entre 1992 y 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto, en 1992 se instituyó el Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial; por su parte, Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj que no es parte de las negociaciones.