MOSCÚ (Sputnik) — Las Fuerzas de Defensa Popular (HPG, rama militar del PKK), en una nota publicada en su web, reivindican la autoría de este "acto subversivo contra un convoy".
Un coche bomba que explotó cerca de una estación de autobuses en Diyarbakir mató a siete agentes y causó un total de 27 heridos, incluidos 14 civiles.
El sureste de Turquía se sumió a finales de julio de 2015 en una nueva espiral de hostilidades entre las fuerzas de seguridad y el PKK, declarado como terrorista por Turquía, la UE, EEUU y varios países más, pero no por la ONU.
Los enfrentamientos dieron al traste con el proceso del arreglo iniciado en 2012 para encontrar una solución sostenible al problema kurdo.
Las fuerzas de seguridad turcas eliminaron, hirieron o capturaron desde entonces a más de 5.300 militantes del PKK, informó a finales de marzo el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien cifró en 355 las bajas mortales del bando gubernamental.
El PKK, que luchó contra Ankara durante décadas, desmiente habitualmente las bajas oficiales y sostiene que la operación militar causó la muerte de más de 150 civiles.
Tema: Escalada del conflicto entre Ankara y kurdos
También la Fundación de Derechos Humanos de Turquía (TIHV) informó a finales de enero pasado que al menos 198 civiles, incluidos 39 niños, murieron en las áreas del sureste.
Según el Ministerio de Sanidad turco, al menos 355.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y desplazarse a otras zonas a raíz de la violencia.
