MOSCÚ (Sputnik) — Los rumores de que el cráneo de Shakespeare fue separado de sus restos mortales y después perdido surgieron 250 años después de su muerte, ocurrida en 1616.
Tras investigar el interior de la sepultura con la ayuda de georradares, los científicos llegaron a la conclusión de que existe mucha probabilidad de que el cráneo fuese robado.
"Los resultados del escaneo indican que algo habrá pasado en la parte donde estuvo la cabeza, por eso suponemos que alguien pudo alterar la integridad de esta parte de la sepultura", dijo el arqueólogo Kevin Colls, de la Universidad de Staffordshire.
La versión de que la cabeza de Shakespeare se guarda en una iglesia situada a 20 kilómetros de Stratford-upon-Avon no se confirmó, según análisis efectuados el cráneo que se encuentra allí perteneció a una mujer de 70 años.